
Los efectos de saneamiento de la economía,
sorprendentemente hasta para el propio Rengifo, fueron inmediatos y en extremo
positivos, recuperando el nivel económico perdido por las guerras, a lo largo
del gobierno de Prieto. Puso fin a los atrasos en el pago del personal de
administración y se regularizó la marcha de las oficinas públicas, al ser
Portales el primero en llegar a su despacho y el último en irse, y por
inspeccionar, sin previo aviso y a cualquier hora, las oficinas de su
dependencia. Al elegirse presidente a José Joaquín Prieto, Portales
resultó electo vicepresidente, cargo al que presentó su renuncia inmediata por
no considerarse apto, por su indignidad para ocupar la primera magistratura y
su preocupación por sus negocios privados, aunque no fue aceptada por el
congreso hasta la abolición del cargo en la constitución de 1833. Portales devolvió a la Iglesia Católica todos
los bienes eclesiásticos que perdieron durante los años de incertidumbre (1832-1829)
por los gobiernos liberales, y se le restableció el diezmo. Pero esto lo hacía
no porque fuera un gran creyente, sino porque lo consideraba uno de los
pilares fundamentales en que debía basarse el gobierno, pues la Iglesia era la
institución más vieja y sólida que había existido en Chile. Pero todo esto
siempre con la condición de que la Iglesia estuviese subordinada al gobierno,
por medio del patronato. Combatió la delincuencia y el bandolerismo creando
policías, realizando batidas a los salteadores y una directa vigilancia a los
jueces que encargados de castigar los delitos. Una de sus ideas, abolida años
después de su muerte por ineficaz y por repugnar a intelectuales como Andrés Bello y Domingo Sarmiento, fue la de dar castigo a los delincuentes en
celdas ambulantes enganchadas a yuntas de bueyes, para darles escarmiento
público. Esta institución conocida como "los carros", más la
revigorización de la pena de azotes y la prohibición de las tabernas populares
(chinganas), constituyeron un entronque republicano con la tradición colonial
de someter con total mano dura a las clases populares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario